viernes, marzo 21, 2025
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“Ese padre está desbordado de impotencia y de vergüenza”

En Saladillo, Buenos Aires, un padre le dio una golpiza a su hija porque salió a andar en moto sin el casco puesto. Este episodio generó cientos de repercusiones en las redes sociales ante un caso concreto de violencia.

Radio Regional convocó a la Licenciada Anabella Serventi para conocer más en profundidad los motivos que llevaron a este padre a tener esa reacción y para tratar de tener las herramientas para actuar correctamente en ese tipo de casos: “En principio, no es correcto avasallar sobre el cuerpo de otra persona. Avasallar sobre otra humanidad nunca es una respuesta correcta para empezar, en ningún sentido y en ningún momento”

“En este caso particular también se cruzan otros vértices interesantes de análisis. En principio el final de la vida privada, todo es público, todo se viraliza, todos quedan expuestos sin saber nada de la familia involucrada, sin saber nada de su historia personal, de cuáles son los miedos en ese evento, de cuál es el grupo de contención de esa chica y además también otro interesante tema de análisis respecto de estas situaciones, cuántos dispositivos más allá de la familia fallan para que un grupo de adolescentes estén circulando en motos sin casco, dispositivos de control de tránsito, otros adultos que ven la situación y no llaman a ninguna gente de control, digamos, hay muchos entrecruzamientos acá para entender cuál es la responsabilidad social”, destacó la psicóloga.

Serventi explicó por qué esta persona actuó de esa manera en ese momento: “Ese padre está desbordado de impotencia y además vi después una entrevista de él aparte desbordado de vergüenza también después de este evento. Lo que pasa es que son reacciones automáticas, yo trabajo mucho con mis consultantes, cambiar la reacción automática por una respuesta reflexiva, hay una gran diferencia en eso, la reacción automática no nos permite pensar en las consecuencias de lo que vamos a hacer”

“Cuando educamos hijos tenemos que intentar que ante cualquier evento de miedo, de riesgo, cualquier situación dudosa, se mueran de ganas de venir a contarnos y no tener la duda de ´si le cuento mi viejo me mata´, entonces eso se va construyendo a lo largo de los años desde que los chicos son muy muy chiquititos, porque las desobediencias, los caprichos, los casos de riesgo, la famosa mala influencia, son cosas que se van cultivando desde que son muy chicos, no aparecen de un día para el otro”, detalló.

La importancia de actuar

La licenciada remarcó también que “los adolescentes tienden a empujar los límites porque están probando el mundo y además son los que están construyendo el mundo que van a habitar dentro de poco tiempo. El tema es qué herramientas vamos generando como adultos, habiendo sido adolescentes además, para no llegar a estos límites, y también los adultos aprender a pedir ayuda a tiempo. Este papá tal vez si hubiera ido acompañado de otra persona que pudiera contenerlo, la reacción hubiera sido distinta”

“Uno no puede solo, siempre hay alguna profesión que ayuda en esto, tanto psicopedagogía, psicología, distintas terapias, incluso orientación en la escuela. La escuela tiene que ser un ámbito comunitario abierto para esa comunidad educativa, en las escuelas también se pueden proponer espacios de reflexión para padres, intercambio de estrategias, espacios de orientación familiar, estaría buenísimo poder contar con esos espacios de puertas abiertas, sobre todo en comunidades pequeñas donde nos conocemos todos”, cerró la especialista.

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En Saladillo, Buenos Aires, un padre le dio una golpiza a su hija porque salió a andar en moto sin el casco puesto. Este episodio generó cientos de repercusiones en las redes sociales ante un caso concreto de violencia.

Radio Regional convocó a la Licenciada Anabella Serventi para conocer más en profundidad los motivos que llevaron a este padre a tener esa reacción y para tratar de tener las herramientas para actuar correctamente en ese tipo de casos: “En principio, no es correcto avasallar sobre el cuerpo de otra persona. Avasallar sobre otra humanidad nunca es una respuesta correcta para empezar, en ningún sentido y en ningún momento”

“En este caso particular también se cruzan otros vértices interesantes de análisis. En principio el final de la vida privada, todo es público, todo se viraliza, todos quedan expuestos sin saber nada de la familia involucrada, sin saber nada de su historia personal, de cuáles son los miedos en ese evento, de cuál es el grupo de contención de esa chica y además también otro interesante tema de análisis respecto de estas situaciones, cuántos dispositivos más allá de la familia fallan para que un grupo de adolescentes estén circulando en motos sin casco, dispositivos de control de tránsito, otros adultos que ven la situación y no llaman a ninguna gente de control, digamos, hay muchos entrecruzamientos acá para entender cuál es la responsabilidad social”, destacó la psicóloga.

Serventi explicó por qué esta persona actuó de esa manera en ese momento: “Ese padre está desbordado de impotencia y además vi después una entrevista de él aparte desbordado de vergüenza también después de este evento. Lo que pasa es que son reacciones automáticas, yo trabajo mucho con mis consultantes, cambiar la reacción automática por una respuesta reflexiva, hay una gran diferencia en eso, la reacción automática no nos permite pensar en las consecuencias de lo que vamos a hacer”

“Cuando educamos hijos tenemos que intentar que ante cualquier evento de miedo, de riesgo, cualquier situación dudosa, se mueran de ganas de venir a contarnos y no tener la duda de ´si le cuento mi viejo me mata´, entonces eso se va construyendo a lo largo de los años desde que los chicos son muy muy chiquititos, porque las desobediencias, los caprichos, los casos de riesgo, la famosa mala influencia, son cosas que se van cultivando desde que son muy chicos, no aparecen de un día para el otro”, detalló.

La importancia de actuar

La licenciada remarcó también que “los adolescentes tienden a empujar los límites porque están probando el mundo y además son los que están construyendo el mundo que van a habitar dentro de poco tiempo. El tema es qué herramientas vamos generando como adultos, habiendo sido adolescentes además, para no llegar a estos límites, y también los adultos aprender a pedir ayuda a tiempo. Este papá tal vez si hubiera ido acompañado de otra persona que pudiera contenerlo, la reacción hubiera sido distinta”

“Uno no puede solo, siempre hay alguna profesión que ayuda en esto, tanto psicopedagogía, psicología, distintas terapias, incluso orientación en la escuela. La escuela tiene que ser un ámbito comunitario abierto para esa comunidad educativa, en las escuelas también se pueden proponer espacios de reflexión para padres, intercambio de estrategias, espacios de orientación familiar, estaría buenísimo poder contar con esos espacios de puertas abiertas, sobre todo en comunidades pequeñas donde nos conocemos todos”, cerró la especialista.

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