“Los ojos son los reflejos del alma, porque es el primer lugar donde conecto con la emoción sin tener lenguaje”
La licenciada en psicología Paula Aranda mantuvo una entrevista con Radio Regional y abarcó varios temas relacionados al lenguaje no verbal y cómo nos influye en la vida diaria.
La profesional, quien también es docente en la Universidad de Morón, apuntó que “la mirada es el primer modo de comunicarnos que tenemos porque es previo al lenguaje, es el modo más arcaico, más primitivo que tenemos y eso mismo es lo que después nos va a ir marcando esa singularidad de cómo yo puedo manejar mi mirada. ¿De qué va a depender? De la crianza, de los contextos, de la cultura, hay culturas donde no se pueden mirar a los ojos el hombre a la mujer si no tienen cierto vínculo, por ejemplo. Es un lenguaje preverbal que va a comunicar primeramente seguridad e inseguridad o comodidad o incomodidad y por otro lado va a demandar del otro una respuesta”
“Al ser un medio de comunicación que tenemos bien primitivo, habrá cosas que van a venir acompañadas de una gestualidad, que nos va a permitir interpretar, por ejemplo, incomodidades, inseguridades, no creo que nadie le hayan dicho ‘yo sé que me estás mintiendo por cómo me estás mirando’ o ‘me desvías la mirada’ o la persona que parpadea mucho porque está nerviosa, todo eso uno no lo regula por voluntad propia, es una parte de nuestro sistema nervioso que se activa automáticamente y que es una forma de estar comunicando sin hablar”, remarcó.
La licenciada detalló además que “hay distintos tipos de miradas, hay miradas que son muy fijas, profundas, hay una mirada más superficial y hay una mirada que es como inconstante, por ejemplo, en una entrevista no voy a fijar la mirada en el otro directamente en sus ojos. Entonces es subir, bajar la mirada, subo y bajo la mirada, acompaño con ese movimiento para atenuar ese momento”
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Aranda también hizo referencia a cuáles son los síntomas para detectar a una persona que está con algún trastorno: “La forma de mirar, porque se percibe la incomodidad y no es solo eso, sino toda la lectura de lo que vos estás viendo. Por lo general hay una respiración alta, una respiración que se acompaña cuando vos empezás a preguntar con el aleteo de la nariz. La persona necesita tomar mucho aire o fijar la mirada y te está observando y de pronto empieza a parpadear mucho más rápido. O sea, te habla de una incomodidad o de una percepción de inseguridad. El cuerpo habla, la mirada habla”
“En todo lo que es lo evolutivo antes del lenguaje, podemos decir que los ojos son los reflejos del alma, porque es el primer lugar donde conecto con la emoción sin tener lenguaje. La voz es la caja resonadora del alma. Vos con un ‘hola, ¿cómo estás?’ sabés del otro lado si está bien, si está mal, si la cosa no está de lo mejor. Con el tono de la voz y con la mirada, con la luz que desprende una mirada, con el brillo que pueda tener una mirada o con el apagamiento de una mirada, también percibís las emociones. Entonces tenemos un espejito del alma que son los ojos, la mirada y una caja resonadora del alma que es toda la zona del aparato fonatorio. Nuestra garganta se estrangula, nuestra voz se apaga, se quiebra”, sentenció la entrevistada.