Este es un tema muy delicado ya que impacta directamente en la salud.
El nutricionista Ignacio Porras brindó un amplio panorama ante una situación cada vez más recurrente en la vida diaria de los argentinos y que puede tener consecuencias muy graves en la salud.
En una entrevista con Radio Regional, el profesional expresó que “es un tema más que delicado y muy actual la inseguridad alimentaria. Es cuando carecemos de acceso regular y suficiente a alimentos que sean sanos, que sean nutritivos, que nos permitan crecer y desarrollarnos de manera normal, llevar una vida saludable, activa”
“La FAO (Food and Agriculture Organization) mide el nivel de inseguridad alimentaria en tres grandes niveles. Cuando hay una inseguridad alimentaria leve, que es cuando tenemos un acceso adecuado a alimentos el día de hoy, pero un acceso incierto hacia futuro. Después tenemos un segundo nivel, que es un nivel moderado, que es cuando las personas ya empiezan a experimentar algo de inseguridad alimentaria, obligadas a reducir tanto la calidad como la cantidad de los alimentos que consumen”, remarcó.
Sobre este último punto, Porras también manifestó que “podemos sufrir inseguridad alimentaria sin sentir hambre por tener cubiertas las necesidades energéticas, pero podemos estar expuestos a esto de una dieta poco variada que nos exponga a carencias de nutrientes específicos, como pueden ser proteínas, vitaminas, minerales”
“Uno de cada cuatro hogares experimenta la inseguridad alimentaria grave, que es cuando ya no se pueden alimentar las personas en un día o en más de un día, porque se han quedado sin alimentos o se han quedado un día directamente sin comer y ahí aparece el hambre. El hambre es algo que normalizamos, pero es una sensación física que incomoda, que duele, hablando a nivel anatómico, que lo causa un consumo insuficiente de alimentos”, explicó el profesional.
Argentina en emergencia alimentaria
Por otro lado, el nutricionista profundizó sobre todo tema preocupante en el país: “En Argentina seguimos en emergencia alimentaria desde hace muchos años y esto es llamativo porque la producción de alimentos supone un superávit calórico, pero la situación económica, la situación laboral, situaciones sociales, impiden que las personas accedan a esas calorías y nutrientes, estos que nos permiten crecer, porque cuando hablamos de inseguridad alimentaria en niños y niñas, no es solamente el hambre, es la imposibilidad de sostener esa situación en el tiempo, de poder crecer sanamente y desarrollarse sanamente”
¿Cuáles son las consecuencias de la inseguridad alimentaria?
Por último, Porras dio una serie de puntos a tener en cuenta frente a esta situación: “Las distintas formas de malnutrición, sean por exceso o por carencia, personas que no acceden a una buena calidad de alimentos, porque tal vez calman el hambre con productos comestibles que por ahí tienen exceso en nutrientes críticos o priorizan su alimentación a base de alimentos o priorizan su alimentación a base de hidratos de carbono refinados, con muchos azúcares, muchas harinas, ahí empieza a faltar la proteína o alimentos que ofrezcan proteína o que ofrezcan variedad de vitaminas y minerales”
“Por eso siempre se habla de estas combinaciones de la doble y la triple carga de malnutrición, porque es muy complejo, a veces pensar y está en el imaginario colectivo el pensar en una persona con sobrepeso que no tiene o que sus requerimientos están cubiertos es un error, porque puede haber malnutrición específica de algunos nutrientes particulares por tener una dieta monótona de baja calidad nutricional”, cerró.