Manifestó a nuestro medio Marcelo Montoya quien es propietario de Carnes mi Estancia y productor ganadero.
En los últimos días se dio a conocer la noticia de que algunas cadenas de supermercado, a lo que se podrían sumar otros negocios, comenzarán a importar carne brasileña debido a que el atraso cambiario la convierte en una gran competencia con la industria argentina.
Nuestro medio se comunicó con Marcelo Montoya, propietario de Carnes Mi Estancia y productor ganadero, para que nos hablara sobre la viabilidad de esta importación de carne.
“En nuestra zona no es viable, por ahí podría llegar al gran conglomerado de Buenos Aires pero no sería la calidad a la que la gente está acostumbrada. Si bien Brasil ha mejorado un poco la calidad no es lo que nosotros estamos acostumbrados a consumir”.
“De no ser una carne para industria se llame picada o alguna menudencia no podría reemplazar a nuestro producto. No creo que la gente vaya a ceder en la calidad”.
De acuerdo a lo que manifiesta Montoya, de llegar a Mendoza el precio de la carne brasileña sería similar a la carne de oferta que podemos encontrar en la actualidad. A esto haciendo hincapié en que la calidad no es la misma.
“El argentino está acostumbrado a comer calidad y esto no sería un producto que le ofreceríamos porque no es de calidad”.
Aumento de la carne
También le consultamos a Marcelo Montoya sobre el aumento de la carne en nuestro país. “El precio de la carne ha tenido este último tiempo altibajos porque el costo de producción está superando hoy a lo que está en gancho diríamos la salida del frigorífico. La alimentación, los costos de logística que implican un costo final, no está cerrando para el precio que tiene actualmente”.
A esto Montoya agregó que, “Vemos aumento en los insumos básicos como es la electricidad, el gas, el combustible para la logística, los sueldos, el servicio de faena que ha aumentado y todos los ítems que hacen un costo final. Por un tema de demanda la carne es muy sensible cuando hay un aumento pero en algún momento tiene que salir a la luz”.
En cuanto al atraso en la actualización manifestó que, “No se ha ido actualizando la carne porque automáticamente hay un descenso en el consumo. Hay una delgada rentabilidad que no permite mantener la cadena, los márgenes se han ido achicando y hay que actualizar porque no se puede mantener”.
“Me parece que si hay una economía más estable se puede manejar. El porcentaje de aumento es del 15 al 20% se trata de ir tocando lo menos posible para mantener el consumo”, finalizó diciendo.