“Después que se anunció el cierre del cepo, distintos partidos políticos han metido miedo por un lado y tranquilidad por otro”
Desde la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas realizaron un balance luego de la decisión del Gobierno nacional de levantar el cepo cambiario hace dos semanas.
Armando Farina, vicepresidente de la CADAM, dio detalles de cómo se encuentra el sector en la actualidad: “El fin de semana, después que se anunció el cierre del cepo, distintos partidos políticos han metido miedo por un lado y tranquilidad por otro, generando mucha incertidumbre tanto a ahorristas, pymes y empresas argentinas que después de 40, 50 años de que cada vez que hablan del dólar, del tipo de cambio, de plan económico, de plan BONEX o de salida de la Convertibilidad, nos han defraudado”
“Los supermercados, mayoristas y almacenes abrimos con los mismos precios que estábamos el viernes anterior cuando nos comunicamos con proveedores y la respuesta fue clara: ‘lo que está producido la semana anterior, lo vendemos con la lista de la semana anterior, pero lo que se produce esta semana son costos nuevos y te vamos a acercar la lista de precios nuevos cuando sepamos qué es lo que pasa con la economía’. Muchas de las listas que se estaban hablando quedaron sin efecto con excepción del aceite, harinas, café, productos importados, que de alguna manera ajustaron parte de la suba”, sentenció.
Farina hizo referencia a otra cuestión que entienden es importante desde la cámara: “Lo que también tenemos que analizar a fondo son los verdaderos costos ocultos que hay en los costos laborales, que se traslada todo al precio, como también en las pymes, que las dejan descompetitivas. Ese es el verdadero debate que tiene que dar la política argentina, porque de cada mil pesos que se consumen en un supermercado, 490 pesos son impuestos”
“Lo bueno es que ya empezamos a trabajar en las soluciones, el debate está instalado en la opinión pública y son las cosas que realmente tenemos que mirar. Dejemos de echarle la culpa al tipo de cambio, porque si esta semana, el tipo de cambio se hubiera ido a 1.400, hubiéramos ajustado el precio la semana que viene, hubiéramos ajustado servicios dentro de 30, 60 días, y siempre el que pierde será el asalariado, que es al último que se le ajusta, y dentro de cuatro meses estaríamos discutiendo de vuelta el tipo de cambio. Es la calesita en la que vivimos hace 40 o 50 años”, cerró el entrevistado.