Manifestó a nuestro medio Marcelo Tur, propietario de taxis, con respecto a la nueva resolución que implementa la colocación de un aislante entre el pasajero y el chófer.
A través de la resolución N° 301 del Gobierno de la Provincia de Mendoza, se ordenó que los taxis, remises y servicios de plataformas electrónicas (Uber y Cabify), deben adoptar medidas de seguridad para evitar el contagio del coronavirus.
De tal manera manifiestan que deben colocar una aislación física que separe a al conductor del vehículo de los pasajeros.
Con respecto a este tema nuestro medio dialogó con Marcelo Tur, propietario de «Llámame un taxi», para saber de qué manera tomaron esta medida.
«Llevamos casi 30 días con actividad nula y nos resulta difícil la implementación de medidas de seguridad para prevenir el contagio desde lo económico, sinceramente nos hemos visto afectados desde el sector de los chóferes ya que ellos trabajan con porcentajes entonces vemos cómo afecta a este sector vulnerable que no recibe ninguna ayuda», comenzó diciendo.
«Con el tema de los asaltos plantearon poner blindex pero es una cuestión inviable también la protección que le brinda al chófer era nula y nunca se alcanzó a poner por los altos costos que eso demandaba y ahora hablando con gente de Buenos Aires pertenecientes al sector que se está implementando esta mampara de plástico que es la misma que quieren poner en los colectivos de manera obligatoria cuando se levante la cuarentena y nos dijeron que tiene un costo de $1.200», agregó Marcelo.
Además los taxistas deben implementar otras medidas de seguridad como no trasladar a más de dos personas a la vez, que el asiento de acompañante esté siempre liberado, entre otros.
«Acá en Mendoza no hay nadie que coloque los nailon, algunos harán una improvisación instalándolo ellos o algún familiar pero en realidad no tenemos a quién recurrir en este instante, con el correr de los días alguna empresa o alguien se dedicará a la fabricación pero el costo que se está manejando en Buenos Aires es de $1.200 la instalación, lo que me planteaba la gente de allá es que cuando ellos intentan bajar el vidrio eso produce un efecto bolsa con el aire y tiende a generar un poco de incomodidad tanto para el chófer como para el pasajero», manifestó Tur.
A lo que agregó, «Lo ideal sería una mampara y ubicar un vidrio o un metraquilato que es lo más parecido al vidrio pero eso tendría un costo de $4.000 a $5.000 cada vehículo, caemos en la situación económica que si tuviéramos una actividad plena uno puede llegar a desarrollarlo pero veníamos mal y ahora éste párate nos obliga casi a nosotros estar prácticamente parados entonces si no generas recursos es muy difícil llevar adelante un plan de contingencia».
De esta manera quedaron notificados los transportes que deberán implementar la colocación de este elemento para garantizar la salubridad del coche.
Por redacción.