Este método se está volviendo muy popular y pone en jaque la seguridad.
En los últimos días un matrimonio dejó su camioneta en San Martín, activaron la alarma y salieron a hacer sus trámites. Al regresar no notaron nada fuera de lo común pero al llegar a su hogar descubrieron que faltaban dos celulares y para empeorar la situación, les habían robado las tarjetas y realizado unas compras con un monto cercano a los $300.000
Otro caso ocurrió el miércoles donde un hombre va a pagar un servicio de televisión, por lo que al bajar de su camioneta activa la alarma sin notar nada extraño. Cuando vuelve para retirarse a su hogar, se da cuenta que le habían robado sus pertenencias del interior del vehículo.
En el departamento de Maipú surgió un hecho similar ya que al vehículo de un médico le bloquearon la alarma y le robaron la computadora con las historias clínicas de los pacientes.
Los dos casos tienen algo en común y es que utilizaron inhibidores de alarma. Esta modalidad ha tomado mucha relevancia ya que es muy empleado por los delincuentes.
Funcionamiento de los inhibidores de alarma
El modus operandi es que el delincuente se hace el distraído, acciona el aparato e interrumpe la señal que va del control remoto de la alarma al auto. El dueño del vehículo se va creyendo que lo cerró. En pocos minutos el ladrón ingresa al coche, roba todo lo que puede, cierra la puerta y se va. Cuando el propietario vuelve, encontrará las puertas cerradas como las dejó pero con el interior revuelto y ya sin sus pertenencias.
Los ladrones suelen estar a unos 40 o 50 metros de distancia del objetivo que marcaron para robar. No necesitan estar más cerca ya que el dispositivo funciona a distancia. Eso también dificulta la posibilidad de advertir su presencia.
Por lo general, las bandas delictivas suelen usar como inhibidores los conocidos y clásicos handys que se utilizan para las comunicaciones. Lo que hace el ladrón es modificar la frecuencia del aparato para «empatarla» con la de las alarmas. Ese «ancho de banda» es internacional y se difunde rápidamente en el mundo de la delincuencia.
Nuestro medio dialogó con profesionales ingenieros que nos comentaron que desconocen la situación, no hay información certera sobre cuál es el tipo de inhibidores, de cómo funcionan pero lo cierto es que las alarmas no se activan y lo que hace es desactivar los cierres centralizados.
Al hablar con personal de Delitos Tecnológicos de la Policía de Mendoza, señalaron que todavía no logran establecer cuál es el sistema y de qué manera se puede anular, lo que sí se recomienda es que cuando se bajen del auto al disparar la alarma deben volver y tocar la puerta para ver si el vehículo quedó cerrado.
Por redacción.