Una de las medidas de este decreto es que no se podrá utilizar el transporte público para juntarse, de esta manera quedan afectados quienes tienen el colectivo como único medio de transporte.
En Mendoza quedaron habilitadas las reuniones familiares a partir del 25 de mayo pero como ya se sabe es para familia directa y no más de 10 personas. Esta noticia trajo un alivio a los mendocinos que llevan dos meses sin poder ver a sus seres queridos.
Pero también trajo un poco de enojo en aquellos que no poseen movilidad propia para trasladarse hasta la casa de su familia. Esto se da porque desde el gobierno manifestaron que no se podrá hacer uso del transporte público para ir a las reuniones familiares.
Sin ir más lejos por ejemplo cómo hace una persona que vive en en el casco céntrico de San Martín para ir a visitar a su familia a Tres Porteñas si no cuenta con movilidad propia y no puede usar el transporte público.
Le queda la opción de no gozar con este beneficio o de gastar más dinero en tomar un taxi. Indudablemente este ciudadano está quedando fuera de lo que tanto esperábamos que era tener contacto con nuestros seres queridos.
Si bien es muy difícil contemplar las situaciones particulares desde el gobierno deberían tener una visión más amplia para ver que sucede más allá de la urbanización y que en departamentos, como los que componen la Zona Este, a veces el transporte público es la única movilidad que tiene la gente.
Por redacción.