Manifestó la psicopedagoga Nancy Caballero a nuestro medio.
Un informe demuestra que los juegos durante las infancias permiten aprender habilidades y aptitudes que durarán toda la vida, y además mejoran la salud mental de los niños.
De esta manera, el juego libre y autónomo durante los primeros años de vida, incide positivamente en la salud mental y repercute en el desarrollo.
Radio Regional dialogó con Nancy Caballero, psicopedagoga, quien nos brindaba más detalles del tema.
“El juego en los niños es un aprendizaje permanente. El niño empieza todo como un juego, a hablar, a caminar y a imitar acciones. El juego es absolutamente necesario y cumple una doble función, por un lado, la estimulación del desarrollo y por otro, la convivencia porque genera muchas habilidades sociales. Además, el juego con los papás afianza el vínculo con los chicos” expresó Cavallero.
Los más pequeños suelen estar expuestos a situaciones de fracaso, que se generan en la actividad cotidiana escolar y familiar.
“Antes se trabajaba en la tolerancia a la frustración, que consistía en la capacidad de afrontamiento que uno tiene ante situaciones que son negativas o que no salen como yo quiero. Esto tiene que ir fortaleciendo la perseverancia y otras cosas. Poco a poco los chicos han ido perdiendo la capacidad de tolerancia a la frustración y eso los lleva a cuestión que es blanco o es negro. O gano y soy el mejor, o pierdo y no sirvo para nada; y la vida no es así. Se miran a sí mismos como un fracaso por no haber logrado lo que querían, cuando en realidad son solo personas a las que les salió mal el juego”
Deportes
Practicar un deporte, implica un ámbito de competencia constante, donde muchas veces, los chicos se ven frustrados ante las expectativas de los mayores. Los padres suelen poner presión en sus hijos y en la formación deportiva de los mismos.
“A veces lo chicos toman el deporte como algo lúdico, si se caen o se equivocan se ríen; y los padres en las tribunas se vuelven locos, insultan, gritan y quieren que echen al otro quipo. Todo esto le va quitando al juego lo más fundamental que es la diversión. Se cambia esto de jugar por la experiencia a jugar por tener que ganar o ganar” explicó la especialista.
Y agregó “Los padres quieren que sus hijos sean Messi y los salven económicamente, o quieren que ganen siempre, están formando personas que cuando no logran el máximo, siente que la vida no sirve para nada”.
Pandemia
Durante la época de pandemia, muchos niños experimentaron distintas situaciones que fueron favorables y desfavorablespara los mismos. Por un lado, tuvieron un contacto cercano con la muerte, a raíz del fallecimiento de algún familiar; pero por otro, aumentaron el vínculo con sus padres, que difícilmente ocurría debido a las actividades laborales.
“Para los niños la muerte, en el caso de los dibujos animados es algo incongruente, no se dan cuenta que es algo irreversible. En la pandemia, los casos eran reales, entonces de algún modo el chico se confrontó a la muerte de una manera que muy rara vez el chico lo hace. Los adultos cuando tenemos un fallecimiento tratamos de suavizar la situación para los niños, entonces para ellos fue algo brusco e inesperado”.
“Por otro lado, la pandemia nos dejó una lección fundamental, para identificar lo que es urgente y lo que es importante. Lo único que queríamos era que nuestros hijos estuvieran bien y no se contagiaran. Disfrutamos de hacer actividades y jugar con los chicos y redescubrimos la necesidad del vínculo. Los chicos sufrieron no poder ver a sus amigos, abuelos y la ausencia del entorno; y al mismo tiempo pudieron tener más contacto con sus padres, lograron conectarse de manera distinta” cerró la psicopedagoga.
Por redacción.