Especialistas advierten tras el caso de un alumno que trucaba fotos de sus compañeras de escuela
El tremendo hecho se dio en un establecimiento de San Martín, Buenos Aires, en donde un joven de 15 años adulteraba fotografías de sus compañeras de curso y las vendía.
Bárbara Peñaloza, especialista en Derecho Informático y Ciberdelitos, dialogó en la mañana de Radio Regional sobre este tema: “La verdad que es un caso complicado desde el punto de vista jurídico. Este es uno de los tantos desafíos que trae la inteligencia o el uso de la inteligencia artificial para el derecho, el mal uso podríamos decir. Estamos hablando de un autor del hecho que es menor de edad, de manera que es inimputable. Por lo tanto, ya no podríamos estar hablando en el ámbito del derecho penal, porque en ese ámbito, este sujeto en particular no podría ser condenado”
“Es una conducta que realmente sería interesante ver si la justicia la justifica, como el delito de corrupción de menores, por ejemplo, o de creación de material de explotación sexual infantil. La particularidad que tiene este caso es que se ha utilizado el rostro de personas menores de edad, es decir, que es posible identificar a estas personas y ellas que se han sentido efectivamente ultrajadas por este accionar de su compañero. Pero en el área del derecho penal, estrictamente, el autor del hecho es una persona inimputable”, remarcó la abogada acerca de la influencia de la justicia en este tipo de casos.
“Distinto a lo que ocurre en el área del derecho civil, en la cual tenemos la responsabilidad parental, la responsabilidad civil que recae sobre los padres de una persona menor de edad, por el accionar o el daño que el accionar de una persona menor de edad ocasiona a un tercero. En este caso, las personas cuya identidad se ha utilizado, se sienten agraviadas efectivamente por este accionar. De manera que la justicia civil habilita distintas vías procesales para encausar y reclamar por la protección, en primer lugar, de estas niñas o adolescentes que se han visto afectadas, así como también perseguir el resarcimiento por el daño que esto les puede haber ocasionado”, apuntó Peñaloza.
Además, la especialista en ciberdelito subrayó la posibilidad de otra situación grave que podría desprenderse de este caso: “También hay que analizar si esa persona menor de edad, que generó este contenido, no está siendo víctima de otro delito, como ser el delito de grooming, que hemos hablado en otras ocasiones del mismo, el cual consiste en extorsionar a una persona menor de edad para que comparta contenido de explotación sexual infantil. También tenemos otra problemática que padecen los adolescentes, que es la adicción al juego y el endeudamiento de la persona o del adolescente en virtud de esta adicción. Entonces tampoco debemos sacar el foco de este chico que generó esta acción e indagar qué fue lo que lo llevó a realizar esta conducta reprochable y contraria a derechos”
“Si estuviéramos, por ejemplo, ante el caso de una persona que fuera imputable, podríamos estar en presencia de un tipo de delito o de varios, como es la creación de contenidos de explotación sexual de niños y niñas adolescentes, la tenencia de este contenido y la comercialización del mismo. Son distintas modalidades de estos tipos penales”, cerró la entrevistada.
La respuesta del colegio
Peñaloza también analizó la reacción del establecimiento educativo ante la situación: “El colegio dice que transcurrió en circunstancias ajenas fuera del horario escolar, pero también es obligación del colegio la educación digital, así como de los padres, por supuesto”
“Por eso es que la educación digital de niños y niñas y adolescentes, haciendo hincapié en las consecuencias que tienen las acciones, la divulgación de imágenes, de datos personales y el mal uso de la tecnología es fundamental. Siempre hablamos de que esto era algo del futuro, pero eso ya no es más así, sino que estamos viviéndolo. Las herramientas, sobre todo de inteligencia artificial, están al alcance y son gratuitas para todos los usuarios. Entonces es muy importante hacer hincapié en lo que es la educación digital de niños y niñas y adolescentes”, admitió la letrada.
