La mezcla de impotencia, desgano y precarización que denuncian varios sectores del empleo público en nuestra provincia, llevó al Doctor Walter Saniga, Médico forense a contactarse con nuestro medio, Radio 106.9, para expresar la situación que atraviesa.
Hoy fue la entrega de guardapolvo de mi hijo en la facultad, y lo que debería ser una fiesta en mi cabeza se mezclaba con la rabia de la injusticia de los laburos precarizados del Ministerio Público fiscal
Con orgullo concurse e ingrese entre 33 al cargo. El cuerpo médico forense era un lugar de prestigio, de altura. Era algo grande, lo soñé, lo busque y lo logré.
Que orgullo, aunque mi viejo no estaba tan contento, por ahí en mis rabias pienso que era visionario aunque solo tenía unos años de la técnica.
Es que ese lugar se transformó en una picadora de carne. Trabajamos por lo importante que es la investigación, porque es algo apasionante, porque podemos colaborar a hacer algo más justo, a que se haga justicia.
Pero parece que la justicia es para otros. No hay donde quejarse. El cuerpo médico forense, ni siquiera los profesionales figuran como médicos, psicólogos o psiquiatras, bioquímicos. No tenemos ese escalafón figuramos como “secretario de paz letrado” o sea que aparte de tener sueldos miserables y también de eso tan importante se trata, no podemos intervenir con otro ministerio, ejemplo en salud. Para los tribunales de cuenta hay incompatibilidad, o sea siempre vas a poder estar como contratado de locación, en negro.
Bueno, el orgullo se va agotando, nos vamos poniendo grandes y los jefes hacen oídos sordos. Quieren estadísticas, siempre hablan de que una guardia pasiva no cuenta porque si no te llaman estuviste al vicio, sin contar la disponibilidad.
La paciencia se agota, el orgullo se agota, solo queda la prostitución de realizar la tarea por el pago.
Sacaron al médico de policía, el forense lo absorbió, es la orden.
Lesiones, violencia de género, abusos, autopsias medico legales. Y por ahí algún informe de alguna pericia civil que no consiguen peritos. Todo por la misma moneda.
La tercera circunscripción, en pandemia fuimos dos peritos, uno estaba de baja. Siempre peleando, no los jefes, se consiguió un perito. Fuimos tres. Paso la pandemia se reincorporó ya éramos 4 peritos.
Hubo cambios, se le dio de baja al contrato del perito, hoy se está por jubilar otro, de hecho está de licencia, quedamos 2 peritos. Disponibilidad 24 por 24 más todos los días consultorio.
Por último, no tenemos administrativos que nos tipeen los trabajos. Producimos y procesamos todas las pericias solas.
¡Esto se desmadró! Yo no entiendo mucho de leyes laborales pero es lo más parecido a lo esclavo.
No me vengan con estadística, porque yo les voy con disponibilidad y la imposibilidad de proyectar realizar alguna actividad, más la carátula ridícula de ¡¡Secretario de paz letrado!!
Yo soy perito médico.
Trabajo con personas lesionadas y cadáveres, sin riesgo ni insalubridad. Más las 24hs por 24hs más los consultorios.
¿Qué se hace? ¿Hago paro? Seguramente la próxima semana pararé. Aunque me duela la plata.
¿Me voy al psiquiatra ya que me mandé a la casa? Tengo ganas de mandar a la mierda a los obsecuentes que hacen oídos sordos.
Ojo, hay que ir por los escalafones correspondientes si no te pueden sumariar.
No merezco ir a un psiquiatra por una licencia. No merezco estar con ganas de mandar a cagar a los jefes que se te esconden porque son unos cagones.
¡Está bueno no llevarles problemas al cacique!!!
Yo rendí entre 33. No sé si mis jefes pasaron esa saranda. Yo merezco un trato y pago digno, descanso y salud mental.
