Desde el ISCAMEN reiteraron el pedido a todos los productores de la provincia, y principalmente para los de la zona Este, para lograr frenar la plaga que ataca el fruto de la vid. Se programan distintas etapas para bajar el riesgo de propagación.
El ingeniero Carlos Flores, integrante del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza, brindó más detalles en Radio Regional: “El operativo lleva una etapa de planificación muy grande, así que hace ya varios meses que lo venimos trabajando. Pero en lo que hace a la entrega, en la parte operativa, de los difusores de feromonas y las distintas etapas que van a venir a partir de esto, ya empezamos el lunes”
“En esta primera etapa, nosotros hemos diseñado una serie de bloques que abarcan distintos departamentos. Los mapas van a estar disponibles en la página del ISCAMEN, que es www.iscamen.com.ar, ingresan a un logo que dice ‘operativo 2024-2025’ y hay una serie de preguntas. En esa serie de preguntas hay un mapa que dice cuáles son los lugares en donde va esta primera etapa. La primera etapa, que es la entrega de feromonas, tenemos bloques en la zona de Nueva California, Costa Araujo, Junín y San Martín. Hay distintos bloques que nosotros consideramos que son de mayor riesgo y que por lo tanto creemos que la técnica de confusión sexual es la más adecuada. Estamos utilizando un montón de herramientas. Esta es la primera que estamos utilizando”, apuntó el ingeniero en referencia al inicio de los trabajos.
Flores profundizó en el tratamiento especial que tienen pensado para evitar los riesgos: “Se hacen evaluaciones de daño durante la temporada previa, se van haciendo evaluaciones de daño después del primer vuelo, después del segundo vuelo y así. Eso lleva a todo un tratamiento especial que se hace, porque la característica de la vid en cómo se comporta respecto a los daños de la Lobesia, hay que hacer un tratamiento estadístico especial. Y eso después se vuelca en un sistema de información geográfico y a partir de ahí se van clasificando las zonas. Entonces en función de eso se van generando distintos bloques y de acuerdo a lo que uno quiere en el punto de vista técnico y de acuerdo a lo que uno va a estar recibiendo como insumos, se van detectando las distintas zonas”
“Lo que ocurre con esto es que los adultos que nacen a partir de ahí son más débiles y esta debilidad se traduce en que son menos fértiles y menos fecundos, es decir, van a copular, pero van a poner menos posturas y esas posturas que colocan son menos viables, entonces estamos en una generación que es sumamente débil. Si nosotros aprovechamos que ya de por sí es una generación que es débil y hacemos unas buenas intervenciones, ya sea con fitosanitarios o con la técnica de confusión sexual, lo que estamos haciendo es bajar esas poblaciones y cuando comience el segundo vuelo y el tercer vuelo, esas poblaciones van a ser menores”, remarcó el integrante del ISCAMEN.
Por último, el profesional insistió en el pedido para los productores: “Es muy importante que los productores cooperen con nosotros, haciendo estas aplicaciones, y esto viene a que, juntamente con el SENASA, se ha emitido el primer aviso de alerta para que los productores hagan las aplicaciones cuando el racimo prefloral tenga entre 5 y 7 centímetros de largo”
“Ahí los productores tienen que hacer las aplicaciones para evitar que se forme el glomérulo, que es el primer daño que vamos a ver del aloe vera, y eso tienen que mantener el viñedo con un residuo del insecticida hasta más o menos principios de noviembre, que es cuando ya terminan o casi ya no hay nacimientos de larvas, que son las que van a estar atacando ese racimo”, cerró el entrevistado.
INFORME DEL ISCAMEN
El control de Lobesia botrana es vital para sostener la competitividad de esta industria, garantizando la calidad de los cultivos y el acceso a mercados internacionales. El un gran esfuerzo por parte de la provincia en beneficio de la vitivinicultura y sus productores
ESTE OPERATIVO ES EL DE MAYOR ENVERGADURA A NIVEL INTERNACIONAL POR SU COMPLEJIDAD Y LA CANTIDAD DE HECTÁREAS INVOLUCRADAS (En el valle de napa, california, solo se trabaja en 11.000 hectáreas)
DATOS
1-Control integrado en grandes áreas: Se implementan herramientas en varias etapas, combinando el uso de difusores de feromonas, agroquímicos, alertas de aplicación oportuna y tratamientos aéreos en zonas clave como Rivadavia, Junín, San Martín, Maipú, Santa Rosa, Lavalle y Luján de Cuyo.
2. Importancia de la Técnica de Confusión Sexual (TCS): Más de 1.800 productores están involucrados en la implementación de esta técnica, cubriendo más de 2.000 propiedades. La TCS contribuye a la reducción de las poblaciones de Lobesia en áreas altamente afectadas y permite cumplir con los protocolos fitosanitarios que condicionan la comercialización de uva en fresco hacia mercados como Brasil.
3. Sistema de información. Es un operativo que involucra a más de 7000 productores en 120.000 hectáreas de vid, por lo que se habilitado en la web de iscamen un apartado con toda la información necesaria, las etapas, los listados de beneficiarios por etapas y materiales de capacitación para una correcta utilización de los insumos brindados
4. Asistencia técnica y capacitación: En cada punto de entrega, los técnicos del Iscamen ofrecen materiales gráficos y capacitación a los productores para asegurar el correcto uso de los insumos.
5. Tratamientos aéreos en segunda etapa: Durante esta fase, se llevarán a cabo aplicaciones aéreas sobre áreas específicas de los oasis Norte y Este, abarcando tanto viñedos en producción como aquellos en estado de abandono, lo que refuerza las acciones de los productores para el control de la plaga.
6. Tercera etapa y entrega de fitosanitarios: Se priorizará la asistencia a los productores del Valle de Uco con la entrega directa de fitosanitarios, y se prevé la aplicación aérea de feromonas en función de la presencia del insecto.
7. Primera alerta de control: El momento de aplicación de insecticidas dependerá de las condiciones climáticas y la fenología de cada variedad. El control efectivo de la primera generación de Lobesia es crucial para reducir significativamente la reproducción a lo largo de la temporada.
8. Esfuerzo coordinado de productores: Es esencial que los productores apliquen insecticidas, incluso aquellos que utilizan la TCS o que recibirán tratamientos aéreos. La colaboración de los productores es clave para garantizar el éxito de la campaña, ya que su participación activa permite mantener las condiciones fitosanitarias necesarias para la producción vitivinícola de la provincia.