Hasta setiembre del 2022, el Gobierno venía subsidiando el precio de la energía eléctrica, por lo que los hogares no pagaban el costo de ese servicio. La subvención comprendía a más de la mitad del precio de la electricidad que consumen los hogares.
Las boletas de la luz constan del costo de luz en sí, el margen de la distribución de las empresas que lo llevan a los hogares y los impuestos. El importe es por precio monómico.
A fines de 2022, era de $ 11.700. A mediados de año, los hogares pagaban menos de la mitad ($ 4.600). Esa diferencia, de $ 6.100, la cubría el Gobierno a través de subsidios a Cammesa, compañía administradora mayorista del sistema eléctrico, que le paga a las generadoras.
El año pasado, precisamente en octubre, a través de la Secretaría de Energía se removió un 20% los subsidios, en diciembre se removió un 40% y en febrero será el turno de la última quita de subsidios.
El incremento para los segmentos de mayores ingresos, hasta ahora, es del 90%, pero con la próxima quita, la suba sería del 120% a 130%.
Por redacción.