Se trata de Cipriano Peréz, quien se encuentra terminando la escuela primaria y nos deja una gran enseñanza a todos.
Esta es una historia de superación y un ejemplo de que nunca es tarde para cumplir nuestros sueños. Cipriano Pérez tiene 82 años y está terminando la escuela primaria pero eso no es todo ya que ahora es el nuevo escolta de la Bandera Provincial del Centro de Día El Jarillal.
Nuestro medio pudo tener una hermosa charla con Cipriano quien nos comentó sobre las dificultades que tuvo que atravesar en su vida y les deja un claro consejo a todos los jóvenes.
«Soy primera escolta de la Bandera de la provincia de Mendoza, hace unos 10 días que me notificaron y fue una sensación que no la había vivido jamás, fue impactante, fue algo que se me corrieron las lágrimas, parecía un niño».
Cipriano es uno de los tantos adultos mayores del Este mendocino que por circunstancias de la vida no pudo terminar la escuela primaria. «Cuando me ofrecieron la oportunidad dije por qué no, porque no termino la primaria para tener el certificado, quién dice que a lo mejor mañana o pasado me pueden elegir de otra cosa al tener el certificado», comentó el escolta.
El papá del protagonista de esta hermosa historia, falleció muy joven por lo que su mamá quedó sola con sus 10 hijos y de pequeño tuvo que salir a trabajar para ayudarla con los gastos de la casa.
«De noche tampoco podía estudiar por el cansancio, el sufrimiento de que teníamos animalitos y todas esas cosas, entonces estábamos siempre ocupados y yo era uno de los mayores por lo que tenía que ayudar y estar al lado de mi madre permanentemente ayudándole a hacer el pan, a tender la ropa cómo se hacía en ese tiempo. Trabajaba en la huerta en ese tiempo, limpiando algún jardín de algún vecino, haciéndole mandados a alguien, así siempre alguna monedita entraba a la casa para comprar lo más necesario».
Desde los 7 años que Cipriano trabaja, en la huerta y con los animales. Al crecer conoció a a su mujer con la que estuvo casado 55 años pero no tuvieron hijos.
«Hace 7 años quedé solo y creía que se podía estar viviendo solo cosa que no se podía, en un momento tuve como un agotamiento y fui internado en un hogar de adultos mayores acá en Rivadavia y bueno eso me tranquilizó pero por supuesto que lo que más me ha ayudado a estar tranquilo fue El Jarillal porque me internaron aquí y acá fue cómo empezar a vivir, eso fue lo que más me ayudó», manifestó Cipriano.
Quien agregó, «Al ver que todos avanzaban, porque quién se queda no triunfa, no avanza entonces digo con esta oportunidad se me abrieron los ojos y porque no iba aprovechar la oportunidad de terminar la primaria y bueno eso en mi familia fue una explosión».
En la escuela siempre hay una materia que nos complica un poco y Cipriano tuvo en su desarrollo académico algunas que le sacaron un par de canas verdes.
«La matemática desde chiquito hasta hoy es la peor de todas para mí, al igual que la geometría y la geografía es la que más me gusta. A los 50 años tuvimos un kiosco y tenía una calculadora de las chiquitas pero nunca la maneje, siempre maneje el lápiz y papel por lo que a las sumas y las restas la hacía de esa manera».
Para finalizar esta entrevista que nos llenó de alegría por el progreso de este adulto mayor, le pedimos que le dejara un mensaje a los jóvenes:
«Le diría a los jóvenes que por favor jamás dejen de estudiar, la base principal de venir a este mundo es luchar, trabajar, sacrificarse y el estudio jamás se debe abandonar porque eso es lo que a uno lo lleva al triunfo, sin estudio no vamos a ninguna parte, por favor que nadie deje de estudiar y que todos tengan un título».
El Jarillal
Nuestro medio también pudo dialogar con Beatriz, quien es docente de El Jarillal, y nos contó, «Tenemos un aula satélite aquí en El Jarillal qué tiene una matrícula de 18 alumnos y cabe destacar y agradecer el espacio que nos ha brindado la familia Amaya que muy amablemente nos ha brindado un lugar para que podamos tener nuestra aula satélite que era realmente un sueño, así que desde la dirección y la supervisión estamos muy agradecidos con este lugar que nos han brindado y la experiencia es realmente hermosa, la educación de adultos proporciona satisfacciones y alegrías que son incomparables»
«Son todos adultos mayores que voluntariamente decidieron terminar la primaria ya que por diferentes situaciones no lo pudieron hacer antes, así que en este momento con toda la disposición, con toda la alegría que caracteriza realmente a este lugar lo están haciendo, no sé si sería posible para ellos asistir a otro lugar, en otros horarios para poder cumplir este sueño porque para ellos un sueño, uno cuando escucha cada uno de sus comentarios o el otro día cuando nuestra directora vino a leernos el acta de abanderados y escoltas ellos realmente sintieron alegría, fue muy emocionante y dijeron viste que todavía servimos para algo, yo creo que han encontrado un lugar donde están muy contentos y nuestra aula viene y se suma pero ellos acá ya tienen un sentido de pertenencia muy grande y se encuentran muy felices», finalizó diciendo la docente.
Por redacción.