El pasado viernes finalizó la conciliación obligatoria entre Judiciales y el Ejecutivo Provincial, sin que se llegara a un acuerdo.
Marcelo Fekonja, Secretario general del sindicato de Funcionarios judiciales, en diálogo con nuestro medio señaló que el viernes pasado tuvieron que suspender las medidas de acción directa como son los paros que había decretado la asociación de funcionarios en caso de que fracasara la conciliación obligatoria.
Además, explica “Tuvimos que suspender estas medidas para esta semana porque la subsecretaría manifestó que dan por concluida la conciliación obligatoria de ellos a través de una resolución y que entendían que podían prorrogarla por diez días más.”
Actualmente los funcionarios se encuentran en asambleas para comunicarle a la gente lo que pasó en la conciliación obligatoria y para empezar a disponer de lo que será el camino a recorrer la semana que viene con las medidas que se puedan dictar.
“Hoy se está prestando servicio en forma normal. Con lo que se pueden encontrar es con muchas denuncias que no han sido procesadas, expedientes o escritos que no han podido ser tramitados porque el cúmulo de trabajo que se produjo durante los días de paro han sido muy importantes,” declara Marcelo Fekonja.
En relación al cierre de fiscalías manifiesta que se debería a que no les da el número de ayudantes fiscales que tienen operativos. “Este es un de los temas más álgidos que debemos tratar en las conciliación obligatoria. A los ayudantes fiscales que son los que están de cuerpo presente en las oficinas fiscales no se les da la jornada de descanso, trabajan jornadas nocturnas, trabajan guardias activas, sábados, domingos,” agrega.
“No se cuenta con la cantidad de ayudantes fiscales en toda la provincia para cubrir todas las oficinas fiscales que han abierto, les estarían faltando 38 ayudantes fiscales, aproximadamente. Entonces quieren hacer carne molida con los ayudantes fiscales que tienen.”
Por último, enfatiza que lo único que logra con estas actitudes el ejecutivo es que el funcionario judicial se vea menoscabado en su trabajo y cada vez la prestación del servicio se vea más resentida.