Las mismas se desarrollarán el próximo domingo y hay mucha polémica.
En la jornada de ayer se llevó a cabo una asamblea por parte de la Junta Electoral del PRO. En la misma se definieron las claves para poder desarrollar las elecciones internas del domingo y elegir al nuevo presidente del partido entre la vicegobernadora Hebe Casado y el senador provincial Gabriel Pradines, del demarchismo.
Sin embargo estas elecciones se han visto envueltas en polémicas y denuncias por la poca transparencia con la que se están manejando.
Una de las decisiones que se tomó por parte de la Junta Electoral, que también está en la mira, fue la de no contratar el dispositivo del Correo Argentino ni ninguna empresa de logística para el operativo elecciones y pedir que se formalice la denuncia ante la Justicia federal con competencia electoral por ese presunto intercambio de favores para que se investigue.
Por otra parte la DGE ha autorizado la utilización de escuelas para que se pueda realizar el acto eleccionario. Las autoridades de mesa ya quedaron designadas y son las que retirarán las urnas desde donde la Junta determine.
La polémica por la compra de votos
Hubo una denuncia por parta de Pradines contra la lista de Casado por “clientelismo”. Es que de acuerdo a lo que han manifestado la lista de la Vicegobernadora habría comprado votos a cambio de bolsones de mercadería.
Como se trata de un delito, la Junta Electoral resolvió instar al veedor Santiago Alberdi a que la interponga la denuncia ante la Justicia federal con competencia electoral para que se investigue y eventualmente se castigue a los responsables.
A nuestro medio también llegaron consultas sobre todo de adultos mayores que habían sido visitados por miembros del PRO para ir a votar.
“Vinieron dos personas a mi casa diciéndome que tenía que ir a votar porque soy afiliada al PRO, que me venían a buscar para apoyar a la Vicegobernadora. Me llamó la atención porque yo no soy afiliada a ningún partido”, manifestó una vecina de Junín de 82 años.
Como a ella han sido varios los jubilados que han sido visitados por miembros del PRO para ir a votar y hasta le ofrecen traslado para que vayan a ejecutar sus votos. Lo llamativo y quita transparencia a esto es que la mayoría de estas personas aseguran no estar afiliada al partido.