Aseguró Romina Ríos, de la ONG Protectora.
Los aumentos continúan golpeando el bolsillo de los consumidores, sin embargo, la preocupación no solo está en la suba del precio de los productos, sino también en el faltante o retención de mercaderías.
Las elecciones PASO del pasado domingo hicieron que el mercado reaccione con una gran incertidumbre de cara a las generales de octubre. Por este motivo, muchos comerciantes no se animan a ponerles un precio final a sus productos.
Ante este tema, nuestro medio se comunicó con Romina Ríos, de la ONG Protectora, para dialogar acerca de los incrementos.
Acerca de las herramientas que tienen los consumidores comentó “Es difícil llevarlas a la práctica, en un escenario como el que estamos atravesando. En Mendoza tenemos como obligatorio el libro de quejas por parte de todos los comercios o empresas que vendan productos o prestan servicios. Es la herramienta más accesible porque dejas todo sentado allí, sacas una foto y podes hacer la denuncia en Defensa del Consumidor de la provincia o de tu localidad” comentó Romina.
Y agregó “Eso no se traslada en un cumplimiento efectivo de la ley, es muy lento y no le va a significar un beneficio inmediato al consumidor. Hoy está siendo prácticamente imposible que se pueda denunciar porque todo está en base a la justificación del aumento del dólar, la inexistencia de la lista de precios, proveedores que no bajan mercaderías porque no saben qué precio cobrar y comerciantes que han pagado mercaderías con una anticipación y tampoco le quieren hacer entrega de la misma, a razón de actualizar el precio. En todo esto, el que menos poder de negociación tiene es el consumidor, el único poder que tiene es básicamente no comprar”.
Libro de quejas
Ante un reclamo por la no venta de mercaderías en algún comercio, la especialista expresó “Se debe solicitar el libro de quejas y dejar asentado la fecha, el lugar y relatar muy cortito pero detallado qué es lo que sucedió. Con eso podes hacer la denuncia, se le va a aplicar una multa al comercio pero ellos van a poder seguir vendiendo al precio que se les ocurra. Los precios no están regulados en Argentina, solo lo de los programas Precios Justos e incluso los aumentos de combustible que habían hecho una pauta de un incremento mensual de un 4% y resulta que ahora ya tenemos un 14%. La especulación es lo que reina en todo este escenario y obviamente el consumidor corre con desventaja”.
La dirección de Defensa al Consumidor tiene la obligación de hacer el control de los comercios, en cuanto a la aceptación de tarjetas, los precios correctamente señalizados y los reclamos que existen en el libro de quejas.
Denuncias y consultas
La referente de Protectora se refirió a las denuncias y consultas que reciben a diario y detalló que la mayoría se produce por diferencias de precios de las góndolas a las cajas.
“Hay muchos casos de precios diferenciales, es decir que el precio que estaba en la góndola después no es el mismo que figura en la caja y no se lo quieren reconocer. En algunos casos el consumidor deja el producto y en otros casos lo lleva igual porque lo necesita. No tenemos muchas denuncias porque hay un acostumbramiento del consumidor, saben que en épocas de elecciones sube el dólar y remarcan los precios, en algunos casos hasta con diferencia de tres días”.
Supermercados
En algunos supermercados, los consumidores se quejan de que les facturan el mismo producto varias veces.
Sobre esto, Romina explicó “Para mayor seguridad del consumidor, antes de retirarse del lugar debe controlar los productos con el ticket. Las herramientas están en nosotros, es una actividad que tenemos que hacer de manera consiente para evitar pagar algo que no te dieron”.
Por redacción.
